No sabemos nuestros futuros amos de plástico y metal podrán sentir nuestras pulsaciones mientras cierran sus manos sobre nuestros frágiles cuellos, pero si la especie humana vive para ver tan aciago día, parte de la responsabilidad recaerá sobre las mentes de Martin Kaltenbrunner y Takao Someya. Estos investigadores han dirigido un equipo de científicos de la Universidad de Tokio que recientemente ha presentado un nuevo tipo de material flexible con unas características altamente deseables en la industria médica y electrónica, dado que podría servir para crearsensores de presión increíblemente delgados y prácticamente irrompibles.
Con un grosor de sólo un nanó Sigue leyendo